Es muy difícil establecer la prevalencia del SOP, ya que depende de los criterios diagnósticos utilizados para su determinación. Si tenemos en cuenta los últimos criterios aceptados en Rotterdam, en los que se ha destacado el aspecto ecográ fico de los ovarios, es fácil suponer que podríamos realizar diagnósticos por «exceso» del síndrome. Hay que considerar que los ovarios de apariencia poliquística (OAP) están presentes en un 15-20% de las mujeres sanas y alcanzan la máxima prevalencia (30-40%) en la época peripuberal. En este grupo de pacientes el diagnóstico queda a expensas de demostrar la existencia de un hiperandrogenismo clínico o analítico. Respecto a la sintomatología, no existen pruebas objetivas que determinen sensible y específicamente qué población es o no hirsuta. Las evaluaciones en el mejor de los casos son subjetivas y semicuantitativas y están basadas en sistemas de puntuación no validados en las diferentes comunidades. A ello se ha de añadir que existen diferencias étnicas considerables respecto al índice de pilosidad; por ejemplo, resulta muy diferente en poblaciones como la mediterránea, la nórdica o la oriental.
Debido a la reciente publicación de los criterios diagnósticos de Rotterdam, la mayoría de estudios que han analizado la prevalencia del SOP se han basado en los criterios establecidos por el NIH en 1990.
Knochenhauer et al. en 1998 estudiaron la prevalencia del síndrome de manera prospectiva en 369 mujeres (174 de raza blanca y 195 de raza negra) en Birmingham (Alabama) realizando el diagnóstico en un 6,2% de las mujeres blancas y en un 3,4% de las negras. En este estudio se analizó también la prevalencia del hirsutismo y se observó un 7,6%, un 4,6% y un 1,9% según la puntuación de Ferriman-Gallwey de 6 o más, 8 o 10, respectivamente. No se observaron diferencias raciales significativas en este aspecto.
Diamanti-Kandarakis et al. publicaron en 1999 el primer estudio sobre la prevalencia del SOP en Europa, concretamente en la isla griega de Lesbos. Estudiaron a un total de 192 mujeres (17-45 años) a las cuales dividieron en cuatro grupos. En el primero incluyeron a 108 mujeres sin hirsutismo ni alteración del ciclo menstrual, en el segundo a 56 pacientes con hirsutismo (Ferriman-Gallwey superior a 6) y ciclo normal, en el tercero a 10 mujeres con oligomenorrea sin hirsutismo y en el cuarto a 18 pacientes con oligomenorrea e hirsutismo. Calcularon una prevalencia del síndrome en la población estudiada de un 6,7% y observaron que la hiperinsulinemia estaba asociada con la gravedad del fenotipo propio del hiperandrogenismo, independientemente de la obesidad. Los autores señalaron la significativa incidencia de historia familiar de diabetes mellitus en el grupo de pacientes con SOP comparándola con el grupo de pacientes sanas e hirsutas.
Asunción et al. en el año 2000 estudiaron la prevalencia del sop en un grupo de 154 mujeres de Madrid donantes voluntarias de sangre. Un total de 10 mujeres (6,5%) presentaron criterios de SOP, según lo establecido por el NIH en 1990. El hirsutismo estaba presente en 11 (7,1%) y el acné en 19 (12,3%). La fuente de pacientes incluidas en el estudio es especialmente adecuada, ya que las donantes de sangre son usualmente personas sanas y el hecho de que la donación de sangre en España no esté remunerada descarta un sesgo socioeconómico en el grupo de estudio. Si se compara la prevalencia del SOP en este estudio con el de Alabama, podemos observar que es superior a la del grupo de mujeres de raza blanca (4,7%). Esto podría deberse a que en el estudio español se considera como manifestación clínica de hiperandrogenismo e hirsutismo y el acné, mientras que en el estudio americano no se valora el acné.
Como se ha comentado anteriormente, existe una gran diversidad étnica a la hora de valorar las distintas manifestaciones clínicas de las pacientes con SOP. Así, por ejemplo, a diferencia de las mujeres de Estados Unidos o Italia, las japonesas con SOP no tienen hirsutismo y son menos obesas. La influencia étnica en la prevalencia del SOP se comunicó por primera vez por Weiss en 1987, que observó el doble de prevalencia del síndrome en mujeres hispanas respecto a las afroamericanas en un área concreta de Estado Unidos. En este sentido, también en el Reino Unido, utilizando criterios ecográficos, se ha observado una prevalencia del síndrome en un 22% de mujeres caucásicas, frente a un 52% de mujeres asiáticas originarias de la India. Todo ello sugiere una predisposición genética para desarrollar el SOP.
Recientemente se ha publicado una mayor prevalencia de SOP en pacientes homosexuales cuando se comparaban con un grupo de heterosexuales que acudían para recibir tratamiento con inseminaciones, lo que sugiere que el hiperandrogenismo en estas pacientes podría determinar su orientación sexual.