Es habitual que al empezar el año hagamos balance de lo que hemos pasado en los 12 últimos meses y de cómo nos gustaría que fueran los otros 12 que tenemos por delante.
No hace muchos días vi este dibujo:
Creo que es algo muy cierto que no debemos olvidar. Cada día es una oportunidad para acercarnos a nuestros objetivos, cumplir nuestros sueños, para mejorar, para sentir… en definitiva, para vivir.
En algunos casos los efectos del SOP tienen repercusiones tan profundas como la dificultad de concebir, el aborto, la ansiedad, acné severo, hirsutismo, exceso de peso… en mayor o menor medida, toda mujer que sufre estos efectos se ve perjudicada en su día a día y por ello debemos hacer todo lo posible para mejorarlos.
Afortunadamente, muchos de los efectos de tener SOP pueden mejorar, controlarse o incluso revertirse, si mantenemos hábitos saludables. El ejercicio y la buena alimentación ayudarán a reducir el exceso de grasa y a su vez esto ayudará a mejorar la resistencia a la insulina, en caso de que la haya. No debemos olvidar que realizar ejercicio aumentará nuestros niveles de serotonina y esto nos ayudará a controlar nuestros niveles de ansiedad, hambre, ira… por lo que nos ayudarán a sentirnos mucho mejor independientemente de si hay o no un exceso de peso en la mujer con SOP.
A menudo ponemos excusas para justificar que no tengamos estos hábitos y lo único que se consigue con ello es engañarse si mismo y seguir perjudicados. No tenemos que comer más sano y hacer ejercicio para los demás, es para una misma, por lo que no hay que justificarse ante nadie.
Aprovechando el comienzo de año, aunque cualquier momento es bueno para el cambio saludable, plantéate nuevos retos que te ayuden en tu travesía para mejorar el SOP.
Como sabemos que una buena alimentación y aumento de la actividad física ayudan, os propongo un plan para conseguir mejorar nuestros hábitos:
- Hazte una lista de los pros y contras de comer sano y realizar ejercicio, verás cómo crece la columna de pros. Tenla siempre a mano y así, cuando estés desmotivada, podrás echarle un ojo y recordarte lo importante que es cuidarse para sentirse bien.
- Analiza el tiempo que puedes dedicar a hacer ejercicio sin que altere tus quehaceres diarios. Seguro que encuentras, como mínimo 3 o 4, horas a la semana. Prepara un calendario y organízate. Si un día no puedes dedicar todo el tiempo previsto no importa, es mejor hacer 15 minutos de ejercicio que no hacer nada.
- Anota los alimentos saludables que más te gustan y tienen un bajo IG, verás que son muchos más de los que pensabas, así que no será tan difícil elaborar una dieta con ellos.
- Elimina de casa todos aquellos alimentos de los que no debes abusar. Si no los tienes a al alcance será mucho más difícil recorrer a ellos en un momento de ansiedad.
- Si tienes que perder peso márcate un objetivo razonable a corto y medio plazo. No te agobies pensando en un total, más vale ir perdiendo poco a poco y de forma saludable. Además, al ir logrando tu objetivo cogerás las fuerzas necesarias para seguir.
- Escúchate a ti misma cada día. Tú sabes muy bien lo que te conviene y la mejor manera de conseguirlo. Si te dedicas tiempo a ti misma, si te escuchas y te cuidas, te resultará todo mucho más fácil.
- No te obsesiones si te lleva algún tiempo coger los buenos hábitos, a veces es un camino largo el que tenemos que recorrer, pero cada paso que des estarás un poco más cerca del bienestar.
- Piensa en una canción que te haga sentir bien, escúchala y ponla de nuevo cada vez que lo necesites. Te ayudará a sentirte bien y a recordarte de lo mucho que sirve todo lo que estás haciendo.
No vale ponerse excusas para no hacer ejercicio, podemos caminar y correr al aire libre, sin cuotas, matrículas ni pérdidas de tiempo en el desplazamiento. Tampoco el tiempo es una excusa, bien distribuido siempre nos alcanza para poder dedicar un rato al día a cuidarnos.
No podemos olvidar que el SOP se caracteriza por un desequilibrio hormonal que muchas veces no puede remediarse únicamente con ejercicio y una buena alimentación pero éstos serán siempre un buen de apoyo, así que en ningún caso nos vendrá mal y será un gran ayudante a las otras terapias (farmacológica, natural, homeopática, etc.) que estés siguiendo.
Anímate y cambia tus hábitos, todo lo que te puede traer son beneficios.
Elisabet Solsona
Psicóloga
Col. 20202