No todas las mujeres tienen las mismas probabilidades de quedar embarazadas en el primer intento. Hay quienes tienen la suerte de conseguirlo, pero a otras les toma muchos intentos llegar a quedar embarazadas.
En ocasiones se debe simplemente a una mala planificación o falta de conocimiento y orientación, mientras que en otras ocasiones se debe a patologías, malas prácticas, síndromes u otras actividades o procedimientos que alteran el buen funcionamiento del organismo.
Afortunadamente, existen ciertos procedimientos y consejos que pueden ayudar y orientas a la mujer para facilitar el proceso del embarazo. Para ello es primordial conocer lo que es la ovulación y el período fértil, pues es durante este período cuando la mujer puede concebir, y el mismo puede ser calculado.
La ovulación
La ovulación es un proceso del ciclo menstrual en el cual los cambios hormonales provocan que un ovario libere un óvulo maduro listo para ser fecundado. Durante este proceso la mujer puede quedar embarazada si algún espermatozoide que haya sobrevivido alcanza el óvulo y lo fecunda.
Esta se divide en tres fases, conocidas como fase folicular, fase ovulatoria y fase lútea.
La fase folicular comienza en el primer día del ciclo menstrual y se extiende hasta el día 14. En esta fase los ovarios comienzan a segregar estrógenos y progesterona (las cuales son hormonas sexuales femeninas), por lo que también se le conoce como fase estrogénica. Su nombre se debe a que en esta fase se desarrollan los folículos, de los cuales se seleccionará el folículo dominante, el cual albergará el óvulo hasta que este se rompa y libere el ovocito en la trompa de Falopio. Es durante esta fase que ocurre la menstruación, y abarca alrededor de 3 y 7 días
La segunda fase es la ovulatoria. En esta aumentan los niveles de estrógeno, lo que provoca secreciones de enzimas que desgarran el tejido folicular y que así se libere finalmente el óvulo.
Como muestra la imagen, el primer día de menstruación es el día 1, y los días 12, 13 y 14 son los días en los cuales la mujer es fértil (la fase ovulatoria se produce en el día 14).
La última fase del ciclo es la fase lútea o postovulatoria. Esta comienza al finalizar la fase ovulatoria, y es al inicio de la misma cuando se desarrolla el cuerpo lúteo que permanecerá hasta que la mujer quede embarazada o hasta que dé inicio la siguiente menstruación. Es durante los primeros días de esta fase cuando la mujer puede concebir. Durante esta fase se produce un aumento de la progesterona, que puede provocar nerviosismo o irritabilidad hasta la llegada de la próxima menstruación, a menos que la mujer haya quedado embarazada. Esta se presenta en la última etapa del ciclo menstrual, normalmente entre los días 15 y 28.
Debido a que es durante este lapso que se puede quedar embarazada, es que no todas las mujeres lo consiguen en el primer intento, pues, al no llevar un control, sus intentos de fecundación pueden suceder fuera de estos días, resultando en un intento fallido.
Además, hay que tomar en cuenta otro factor importante, y es que los espermatozoides pueden permanecer vivos dentro del cuerpo de la mujer un aproximado de dos a cinco días, por lo que si se mantienen relaciones al menos tres días antes de la ovulación también podría resultar en un embarazo, pues algún espermatozoide puede haber sobrevivido y fecundar el óvulo.
En total las tres fases duran alrededor de 28 días, pero no siempre es así, dependiendo del estado de la mujer o de otras prácticas o ciertos productos que esté ingiriendo. Y, aunque dicho ciclo no tiene fechas específicas y es diferente en cada mujer, se puede calcular tomando en cuenta el día en que comienza como el día 1 y siguiendo las especificaciones de cada fase.
La fertilidad
La fertilidad es una cualidad de los seres vivos que les permite reproducirse. El estado de fertilidad, al igual que cualquier otro estado, puede alterarse dependiendo de diversos factores, como la edad, la ingesta, el ambiente, las actividades diarias, el estrés, etc. Por las variaciones en estos factores es que la fertilidad no es igual en toda mujer, pues algunas son más fértiles que otras, e incluso las hay infértiles.
La edad juega un papel importante, pues desde los 40 años la fertilidad se ve muy perjudicada, hasta que finalmente termina cuando inicia la menopausia. Por ello es que resulta difícil, o en ocasiones incluso arriesgado, que una mujer de más de 40 años quede embarazada.
Aunque existen ciertos tratamientos y prácticas para ayudar con la fertilidad, siempre y cuando no se trate de un caso de en el cual la causa sea severa (como el de ciertas patologías). Algunos de estos tratamientos son más sencillos que otros, como en el caso del coito programado o la inseminación intrauterina, mientras que otros son mucho más complejos, como la donación de óvulos o la fecundación in vitro (la extracción de un óvulo femenino para para ser fecundado dentro de una placa de laboratorio con un espermatozoide y posteriormente ser reinsertado dentro del útero para su desarrollo).
Debido a que la fertilidad es un estado indispensable para la mujer quedar embarazada, es apropiado tomar medidas para preservarla, pues con malos hábitos y otras prácticas se puede ir disminuyendo o perderse. Entre estos hábitos, lo más recomendable sería llevar una vida sana, ingiriendo alimentos saludables o haciendo ejercicios regularmente.
Diferencias entre la ovulación y el período fértil
Hay una diferencia básica entre ovulación y período fértil y es que la ovulación es una fase que dura tan solo 1 día, pues el óvulo tiene una vida de 24 horas, mientras que el período fértil comprende los días en que la mujer puede quedar embarazada, siendo este de aproximadamente 7 días.
La ovulación es el proceso que libera los ovocitos, por lo que aún en esta fase la mujer no puede quedar embarazada hasta que el óvulo haya salido del útero. Pero el período fértil completo cuenta también el tiempo de vida del espermatozoide, pues, como el espermatozoide puede vivir entre dos y cinco días, se puede quedar embarazada aunque la última vez en que se haya practicado el coito haya sucedido apenas dos o tres días antes, siendo así que el espermatozoide sobreviva hasta que inicie el período fértil.
Por ello, para quedar embarazada una buena práctica y un buen consejo es comenzar a practicar el coito desde los tres días anteriores de la fase ovulatoria y hasta aproximadamente tres días después, esto aumentará en gran medida las probabilidades, pues es más probable que algún espermatozoide sobreviva y logre llegar al óvulo para fecundarlo.
Causas de cambios en el período fértil
Existen varios procedimientos o causas que pueden provocar un cambio en el período fértil de la mujer, algunos son intencionales y otros causados por anomalías y otros factores imprevistos.
Los factores intencionales son aquellos utilizados por las mujeres que quieren practicar el coito, pero no quieren quedar embarazadas, por lo tanto, toman medidas que alteran o pausan su período fértil. Entre los factores intencionales se encuentran la ingesta de pastillas anticonceptivas o la inyección anticonceptiva.
Las causas imprevistas son aquellas que alteran o detienen el período fértil de la mujer sin avisos ni consentimiento.
Algunos trastornos y síndromes, el estrés, el sobrepeso, el exceso de ejercicio físico y la menopausia son algunas de las causas no premeditadas de la pérdida de la fertilidad.
Algunas de estas causas pueden ser controladas para así conservar la fertilidad, mientras otras pueden ser tratadas para evitar la pérdida total, por ello es conveniente que la mujer conozca más sobre estos factores para así tomar las medidas necesarias antes de que sea demasiado tarde.
El estrés
El estrés es un estado de sobrecarga o cansancio mental y corporal causado por un exceso de ciertas actividades físicas o por otras causas emocionales. Es un estado que puede notarse con claridad o pasar desapercibido.
A veces la mujer se ve sometida a la presión de la sociedad, de sus deberes o de su trabajo, y esta presión suele provocarle falta de sueño o de apetito. Cada uno de estos factores es causante de estrés, y el mismo no solo empeora la apariencia de la mujer, sino que causa una cadena de reacciones químicas que alteran el funcionamiento del cuerpo, entre ellos el ciclo menstrual y el período de ovulación.
Bajo los efectos del estrés la menstruación se puede ver afectada de tal manera que los ciclos se alteren, durando lapsos distintos a lo normal, sean más cortos o más largos, haciendo que esta se atrase o se adelante o incluso haciéndola más dolorosa.
Hay casos en los que incluso la mujer puede llegar a tener la menstruación más de una vez en un período, lo que puede causar aún más estrés y empeorar el ciclo.
Por ello es recomendable tomar ciertas medidas para prevenir o controlar el estrés. Una mejor alimentación, aumento de las horas de sueño o incluso una rutina de ejercicios adecuada son algunos de los consejos para regularlo.
La pérdida excesiva o repentina de peso
El peso tiene un rol importante en el período fértil. Un peso muy por debajo del normal puede tener consecuencias desfavorables, y más si ha sido un cambio repentino.
Al perder más calorías de lo normal el cuerpo disminuirá la producción hormonal, lo que causará que la ovulación se vea afectada, pues la misma necesita de cierto nivel de calorías para su correcto funcionamiento.
Además, la pérdida excesiva de peso puede a su vez causar estrés, lo que empeora aún más el ciclo de la ovulación y el período fértil y se convierte en una cadena de efectos adversos que empeoran la salud en general.
Es aconsejable llevar una dieta balanceada y comer saludable para evitar este tipo de problemas, y si la pérdida de peso se debe a un trastorno alimenticio, se debería acudir a un doctor o nutricionista, según sea el caso.
El sobrepeso
Controlar el sobrepeso es tan importante como controlar la pérdida de peso. Un exceso de peso puede producir que el cuerpo genere más estrógeno del necesario, lo que afectaría negativamente le sistema reproductivo femenino.
Esto también afecta el ciclo menstrual, causando que se altere o que se detenga por un tiempo.
Para evitar el sobrepeso, o controlarlo en caso de haber llegado a dicha situación, se debería acudir a un nutricionista que le refiera una dieta adecuada, además de iniciar una rutina de ejercicios cardiovasculares controlada bajo las instrucciones de un instructor de gimnasia.
El exceso de ejercicio físico
Todo en exceso es perjudicial, hasta algo que en principio es saludable, como el ejercicio físico.
El hacer ejercicio en exceso puede provocar demasiada presión en el cuerpo y así alterar los niveles hormonales, esto descontrolaría la menstruación. Además, al perder grasa en exceso el desbalance podría provocar que el cuerpo no ovule de manera correcta o en absoluto.
Para ello la mujer que desee hacer mucho ejercicio para ponerse en forma o porque le apasiona debería acudir a un entrenador profesional o algún médico deportista que la asesore, para así evitar ejercicios que puedan afectar el buen funcionamiento de su sistema y que atenten contra su ovulación. Existen rutinas que pueden ayudar a formar un cuerpo escultural mientras se mantiene la salud y el balance interno.
El síndrome de ovario poliquístico
El síndrome del ovario poliquístico es un trastorno en el cual la mujer tiene altos niveles de andrógenos (hormonas sexuales masculinas) y el cual altera el ciclo menstrual.
Este síndrome causa que se genere una alta cantidad de folículos en los ovarios, los cuales se podrían ver cohibidos de liberar óvulos de manera regular, lo que concluiría en la falta de la ovulación.
El problema con este síndrome es que no existe una causa común o un motivo exacto por el cual suceda, por lo que el diagnóstico puede complicarse. Este podría ser causado por un exceso de insulina, por algún factor hereditario o bien por algún motivo desconocido.
Aun así, existen tratamientos o algunas medidas que se pueden tomar para combatir este síndrome, siempre que haya posibilidad de combatirlo.
Tras el diagnóstico, el doctor podría recomendarle ciertos medicamentos que contengan estrógeno y progesterona o aconsejarle cambios rutinarios según sea el caso y el diagnóstico.
La menopausia
La menopausia es una condición femenina que causa amenorrea, lo cual a su vez es una condición que causa la ausencia de la menstruación por algún factor fisiológico o patológico.
Esta condición suele presentarse normalmente después de los 45 años, pero existen casos en lo que puede presentarse antes. Cuando ocurre a tempranas edades de trata de menopausia prematura.
Esta se presenta porque los ovarios comienzan a producir cada vez menos estrógeno y progesterona con el paso del tiempo. Aunque para la menopausia prematura también influyen otros factores:
- Falla ovárica prematura: Es una condición que puede ocurrir a cualquier mujer sin muchos motivos aparentes. Esta impide por completo la función de los ovarios y la secreción de las hormonas femeninas. Aunque no en todos los casos impide la fertilidad por completo, pues algunas de las mujeres que padecen esta condición aún pueden concebir debido a que los ovarios pueden liberar de vez en cuando los huevos de concepción.
- Menopausia quirúrgica: También conocida como un caso de menopausia inducida, es la que se presenta en las mujeres que han sido intervenidas quirúrgicamente para retirar su útero o sus ovarios.
- Quimioterapia del cáncer: La quimioterapia libera radiación, lo cual puede causar la destrucción de células importantes y con ello iniciar la menopausia prematuramente.
- Infecciones: Algunas infecciones pueden causar trastornos en el proceso de ovulación y con ello iniciar la menopausia antes de tiempo. Esto sucede si las infecciones se generan en los órganos reproductores femeninos, lo cual afectaría su buena funcionalidad.
- Ciertas enfermedades: Existen algunas enfermedades que interfieren en el buen funcionamiento del ciclo menstrual, entre ellas el hipotiroidismo, el síndrome de Turner o hasta el síndrome de Down.
También existen ciertos comportamientos que pueden causar la menopausia antes de tiempo. Ciertos malos hábitos de algunas mujeres suelen acabar en casos de amenorrea o menopausia, tales como el sedentarismo o el consumo de cigarros.
La falta de movimiento y actividades físicas puede alterar el sistema femenino. Mientras que el consumo de cigarrillos puede disminuir los niveles de estrógeno y así alterar la menstruación y otros ciclos; además de que puede empeorar otras patologías, empeorando así otras condiciones que a su vez podrían causar menopausia prematura y otros males.
Por ello es aconsejable que la mujer se mantenga con una rutina de ejercicios, así sea por tan solo un par de minutos diarios, y que, si consume cigarros, disminuya la cantidad lo más que pueda o que acuda a centros de ayuda para dejar su consumo.
El uso de ciertos anticonceptivos
Como es bien sabido, la mujer ingiere píldoras anticonceptivas o se inyecta una solución anticonceptiva para pausar su período de ovulación, y estos mismos métodos son causantes de amenorrea.
El punto con el uso de estos anticonceptivos es que pueden alargar los síntomas de amenorrea incluso después de dejar de utilizarlos, y podría tomar un tiempo al sistema femenino para normalizarse. Es por ello que muchas mujeres tardan un tiempo en concebir incluso después de dejar de tomar las pastillas anticonceptivas.
Un punto a tomar en cuenta con el uso de estas pastillas es que puede seguir surgiendo la menstruación en medio de su uso, pero esta no sería la misma, pues se trata de un sangrado resultado de la privación hormonal, no de la expulsión del endometrio, que es lo que sucede en la menstruación normal.
Ciertos tratamientos y otras condiciones
Existen otras condiciones que pueden causar amenorrea y cambios en el período fértil, condiciones como ciertos tipos de diabetes descontroladas y otros trastornos hormonales para los cuales no existen tratamientos específicos más que un mayor cuidado en las actividades diarias y regulaciones alimenticias.
Y también puede ser que estos cambios se presenten debido a la ingesta de algunos medicamentos a largo plazo que contienen componentes muy fuertes, tales como los antipsicóticos, antidepresivos y algunos tratamientos para la tensión y las alergias.
Calculadora de período fértil
Con el avance del Internet todo se ha vuelto mucho más fácil, y calcular el período fértil no es la excepción. Si bien se puede recurrir a los métodos convencionales, existen herramientas en línea que hacen el trabajo de los cálculos para mostrar los días en que la mujer puede quedar embarazada.
Una muy buena calculadora es la de Tua Saúde, la cual permite saber cuáles serán los días del período fértil de la mujer con tal solo introducir el primer día de la última menstruación y la cantidad promedio de días que suelen durar.
Al calcular presentará un calendario con los días fértiles de la mujer, lo que le dará una representación gráfica y mucho más sencilla de los días en los que puede quedar embarazada. Sin duda una herramienta muy útil y que toda mujer podría tomar en cuenta para estar más segura de su período fértil.
Como se observa, el calendario representa los días de fertilidad y ovulación, que son los que se deben tomar en cuenta para practicar el coito. Además, la herramienta le calcula la fecha aproximada en la cual podría nacer el bebé, por lo cual también se podría tomar en cuenta si se quiere tener un bebé en una fecha específica.
Otras sugerencias para ayudar con las probabilidades de quedar embarazada
Queda claro que para aumentar las probabilidades de quedar embarazada es recomendable abandonar los hábitos perjudiciales, tales como el consumo de alcohol, de cigarros y de drogas, pues estos, además de alterar el período fértil y la ovulación, pueden traer problemas como la pérdida de un embarazo.
También es aconsejable comenzar una dieta saludable y balanceada, pues esta ayudará a tener un peso adecuado y a estabilizar el proceso de fertilidad y de ovulación.
Una sugerencia que se debe tomar en cuenta es tener calculado el período fértil y llevar la cuenta de los días, así se podrá saber dentro de cuáles puede la mujer quedar embarazada. Los días más aconsejables para intentar concebir, es decir, los días de mayor fertilidad de la mujer, son normalmente tres días antes de la ovulación y el día mismo en que ocurre. Esto se debe a que el día de la ovulación es cuando los óvulos están más maduros, y se aconseja comenzar a intentarlo desde tres días antes porque los espermatozoides puedes sobrevivir alrededor de tres días, por lo que ya podrían estar cerca del óvulo para cuando este se encuentre disponible.
Y, además, no todo el trabajo recae sobre la mujer, pues el hombre y sus espermatozoides juegan también un papel importante. Se sugiere que el hombre deje los malos vicios que atentan contra la salud de sus espermatozoides, tales como las drogas y el alcohol, además de que también inicie una dieta saludable.
Con estas sugerencias y otras buenas prácticas se aumentarán las probabilidades del embarazo en gran medida, por lo que tan solo hay que poner un poco de empeño y comenzar a seguirlas.